La entidad bancaria Davivienda dio un paso decisivo en su estrategia de expansión regional al recibir la autorización de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) para inscribir a su nueva sociedad controladora, Davivienda Group S.A., como emisor extranjero de valores en el Registro Nacional de Valores y Emisiones (RNVE). Esto permite que la entidad lleve a cabo ofertas públicas de acciones en Colombia, lo que abre nuevas oportunidades de financiamiento y crecimiento.

La operación de integración entre Davivienda y Scotiabank Colpatria —que funcionará bajo el holding Davivienda Group— apunta a consolidar su presencia en los mercados de Colombia, Costa Rica y Panamá. Para ello, se creó un holding en Panamá desde el cual se coordinarán las actividades de las filiales en esos países.
Como parte de esta estrategia, Davivienda Group lanzó una oferta pública de acciones que incluye dos clases: acciones preferidas (sin derecho a voto, pero con dividendos fijos) y acciones comunes (con derecho a voto). Se emitieron 116,6 millones de acciones preferidas —equivalentes a unos 3,46 billones de pesos— y 437.142 acciones comunes, por un monto de aproximadamente 12.983 millones de pesos. Las acciones tenían un precio de suscripción de 29.700 pesos por título y el periodo de oferta se extendió desde el 28 de octubre hasta el 19 de noviembre.

La modalidad establecida para la suscripción evita el flujo de efectivo: los inversionistas harán un canje de acciones de Banco Davivienda por acciones del nuevo holding, preservando la proporcionalidad entre los accionistas y evitando diluciones en la participación.
Desde el punto de vista regulatorio y bursátil, además de la autorización de la SFC para la inscripción como emisor extranjero, la Bolsa de Valores de Colombia también aprobó la inscripción de las acciones preferidas de Davivienda Group en el mercado de renta variable colombiano. Esto prepara el camino para que dichas acciones sean negociadas una vez concluida la oferta y completados todos los trámites reglamentarios.
Sin embargo, la operación no ha estado exenta de tensiones. La Asociación Colombiana de Empleados Bancarios (ACEB) expresó su preocupación por el impacto que esta fusión y estructuración en Panamá podría tener sobre la estabilidad laboral en el sector financiero. La creación del holding fue calificada por el sindicato como orientada a “intereses económicos” y se criticó la elección de una jurisdicción que califican como “paraíso financiero”.
El sindicato advierte que la puesta en marcha de la integración, programada para el 1 de noviembre, podría desencadenar externalización del manejo de cartera y falta de garantías para la reubicación de trabajadores, lo cual, según ACEB, se podría traducir en despidos bajo la figura de fuerza mayor. Además, se cuestionaron supuestas prácticas antisindicales y se denunciaron despidos en el departamento de cartera como evidencia de las preocupaciones.
El contexto muestra dos caras del proceso: por un lado, la banca ve en esta integración una forma de fortalecer su competitividad, optimizar la gestión de activos y pasivos, y ampliar su alcance regional. Por otro lado, los trabajadores advierten riesgos concretos en sus condiciones laborales y en el respeto de sus derechos de asociación y permanencia.


