Durante la ceremonia del sorteo del Mundial 2026, en Washington D.C., Donald Trump se tomó un momento para dirigir un mensaje especial a Colombia, una acción que despertó sorpresa y revuelo entre aficionados y medios. En declaraciones al canal RCN, el expresidente aprovechó para manifestar su simpatía por el país: “Me encanta Colombia”.
El saludo no fue un comentario al pasar. En el ambiente festivo de la gala, Trump reconoció la magnitud del evento y la relevancia del torneo: calificó al Mundial como “más grande de lo que pensábamos” y celebró el récord histórico en ventas de entradas.
Durante la entrevista, el mandatario confesó tener cierta pasión por el fútbol. “Lo crea o no, sí jugué y me encantaba”, aseguró con tono distendido, aunque reconoció que “no era Ronaldo o Messi”.
Además, al ser consultado sobre las implicaciones para los aficionados internacionales que planean asistir al Mundial (especialmente quienes vienen desde Latinoamérica), Trump se comprometió con facilitar los trámites migratorios: “Vamos a hacer que sea muy fácil para ellos. Va a ser un proceso muy fácil”, dijo, en referencia a los visados.
El mensaje dirigido a Colombia, en ese contexto, tomó una dimensión simbólica. En medio de un evento global que busca unir al mundo a través del fútbol, la frase “Me encanta Colombia” se convirtió en el gesto más comentado de la noche, generando un torrente de reacciones en redes sociales y medios de comunicación latinoamericanos.
Este saludo cobra especial relevancia tomando en cuenta las tensiones diplomáticas y los episodios previos de declaraciones controversiales. Así, el gesto de Trump —aunque breve— parece buscar reconectar con la afición del fútbol en América Latina, en especial con los colombianos, muchos de los cuales observan con expectativa el Mundial 2026 como una fiesta global del deporte.
Con su frase directa y su tono aparentemente amistoso, Trump agregó al sorteo un momento de ligereza y emoción, transformando una ceremonia formal en una tarjeta de saludo global hacia Colombia.


