La salud y paradero de Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, máximo líder de la Segunda Marquetalia, han desatado una crisis interna en este grupo armado. Según Armando Novoa, jefe negociador del Gobierno con esta facción disidente de las FARC, no existe certeza sobre si Márquez está vivo o muerto, lo que ha generado fracturas en la organización y amenaza con frenar los diálogos de paz.
En una entrevista en Mañanas Blu, Novoa afirmó que llevan más de seis meses intentando localizar a Márquez sin éxito. “No se puede negociar con un fantasma”, declaró, subrayando las dificultades de avanzar sin un interlocutor claro. El panorama se complicó con la aparición de una carta atribuida a Márquez en la que desautoriza a Walter Mendoza, actual vocero del grupo, en las negociaciones. Sin embargo, la autenticidad del documento ha sido cuestionada. “Es difícil establecer si la carta es genuina, pues no llegó directamente al Gobierno, sino a través de países garantes y entidades como la Conferencia Episcopal”, explicó Novoa.
Por su parte, Mendoza reveló que ya habían recibido comunicaciones similares de Márquez, prohibiendo el uso del nombre Segunda Marquetalia en los diálogos, un indicio de las tensiones internas que hoy alcanzan su punto álgido. La falta de claridad sobre el liderazgo del grupo plantea serios retos para el proceso de paz. Mientras el Gobierno busca una negociación directa con Márquez, los intermediarios han comunicado solo respuestas fragmentadas, dificultando avances significativos y dejando al proceso en un estado crítico y sin un camino claro hacia la paz.