En medio de un clima de creciente descontento social, Colombia se prepara para una marcha convocada por la oposición contra las políticas del presidente Gustavo Petro. El evento, que se ha fijado para el sábado 23 de noviembre, busca canalizar las preocupaciones de los ciudadanos sobre temas como las reformas del gobierno, el aumento de la violencia y la preservación de la democracia, en un contexto pre-electoral hacia el 2026.
Desde múltiples sectores de la oposición, la convocatoria ha resonado, organizada principalmente por Jaime Arizabaleta, un abogado que ha sido figura central en las organizaciones de protestas en los últimos años. Arizabaleta criticó duramente al gobierno, acusándolo de destruir la salud pública y descuidar la seguridad del país, entre otros.
«Es una lucha contra la mentira y la persecución del actual gobierno, que se erige en contra de los principios democráticos», afirmó. La fecha original de la protesta se vio obligada a cambiar debido a un evento deportivo ya programado en la capital. Aunque estaba prevista para el 17 de noviembre, los organizadores optaron por posponerla una semana para evitar coincidencias.
Urgente difusión:
La marcha se llevará acabo el sábado 23 de noviembre, el 17 no es posible por una carrera de ciclismo.
Marchamos contra Petro, el más inepto de la historia.
*Si vas a marchar, replica este video y súmate sin pausa al numeral #TodosALaCalle23N pic.twitter.com/10eS2UHSSf
— Jaime Arizabaleta (@jarizabaletaf) October 20, 2024
Paralelamente, las fuerzas de apoyo al gobierno no permanecen inactivas. Fecode, el sindicato que reúne a los profesores, anunció movilizaciones para el 23 de octubre, en defensa de la escuela pública y contra lo que consideran un riesgo de golpe de Estado. En otras ciudades como Medellín, personalidades políticas como Sebastián López, del Centro Democrático, han hecho eco de la convocatoria, sumando a otros nombres conocidos como el periodista Diego Santos y el concejal bogotano Daniel Briceño.
Incluso desde el partido Cambio Radical se han añadido voces críticas, utilizando la plataforma social para expresar sus preocupaciones sobre problemas como la escasez de medicamentos y la creciente inseguridad. Esta movilización representa una faceta más de la compleja dinámica política y social de Colombia, donde el descontento y la movilización ciudadana jugarán, sin duda, un papel crucial en el futuro político del país en los próximos años.
En resumen, mientras el país continúa enfrentando retos significativos en materia de salud, seguridad y estabilidad democrática, la respuesta de los ciudadanos se articula tanto en las calles como en las redes sociales, delineando un escenario de activismo y crítica que será determinante en la configuración del panorama político colombiano