Entre la esperanza y la angustia están este martes los habitantes de Barrancas, tierra natal del futbolista Luis Díaz, del Liverpool y de la selección colombiana, por la dilatada liberación de su padre, Luis Manuel, secuestrado hace diez días por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Desde que la semana pasada, la cúpula del ELN reconoció el secuestro, perpetrado el 28 de octubre, y anunció que «orientó la liberación del padre de Lucho» a su Frente de Guerra Norte, por considerarlo «un error», la familia del deportista y el país en general esperan que sea devuelto lo más pronto posible.
Sin embargo, el paso de los días sin noticias inquieta al país y a las autoridades, que el lunes replegaron de la zona rural de Barrancas a unos 300 policías y militares que participan en su búsqueda, luego de que el ELN achacara la demora a la presencia militar en los alrededores de Barrancas, en el departamento caribeño de La Guajira.
Keila Medina Sarmiento, personera municipal de Barrancas, expresó este martes a periodistas que desde el momento en que se enteraron del secuestro toda la población está a la espera del regreso sano y salvo de Luis Manuel Díaz y no dejan de reclamar su liberación.
«Hacemos un llamado, más bien una exigencia, por la pronta liberación del señor Luis Manuel Díaz porque ya han transcurrido muchos días y se ha cumplido con cada una de las exigencias que ellos a bien han tenido a realizar y no entendemos el porqué de la demora injustificada de su liberación», expresó la representante del Ministerio Público.
La funcionaria agregó que, si son convocados para ayudar en la liberación del padre del goleador colombiano, tienen «toda la disposición para hacer el acompañamiento».