Bogotá enfrenta una nueva polémica alrededor de la ampliación de la Avenida Boyacá en el norte de la ciudad, un proyecto clave para descongestionar los accesos de la Calle 183 con la Calle 245. La iniciativa busca aliviar el tráfico en estos corredores, que actualmente están desbordados por el creciente flujo vehicular que se presenta en la capital.
El concejal Daniel Briceño, del partido Centro Democrático, ha denunciado a través de sus redes sociales una posible alianza entre la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, y el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfred Ballesteros, para frenar el proyecto. Según Briceño, ambos funcionarios habrían dejado en suspenso una decisión crucial sobre una licencia ambiental necesaria para que la ampliación avance.
La situación ha generado desconfianza por la falta de respuesta de la CAR sobre el trámite de esta licencia que podría significar un obstáculo insalvable para el proyecto, cabe resaltar que ya se había aprobado en el 2023, pero tras un recurso de reposición presentado en enero del 2024 el inicio de las obras fue retrasado. El silencio de Ballesteros en torno a este proceso ha encendido alarmas, pues la licencia ambiental es un requisito fundamental para que las obras se avancen sin contratiempos.
El concejal añadió que la supuesta inacción de Ballesteros parece estar alineada con los intereses del Ministerio de Ambiente relacionados con la preservación del 1.4% que se planea usar de la reserva ambiental Thomas Van der Hammen, porcentaje que ya se acordó reforestar como garantía del balance ambiental. La ampliación de la Avenida Boyacá queda, por el momento, en un limbo que depende de la resolución de estas tensiones entre los involucrados.
