Desde el primer día del 2024 se conoció que Barranquilla perdería la opción de ser la ciudad que recibiera los Juegos Panamericanos de 2027 por incumplimientos en los pagos con PanamSports, organización internacional deportiva encargada de organizar y desarrollar el deporte a nivel panamericano -el más alto antes de los Juegos Olímpicos-.
Luego de interceder para que esta decisión no fuera definitiva, el Gobierno de Gustavo Petro asumió la derrota y confirmó que estos recursos serían trasladados a los Juegos Intercolegiados, que son fundamentales para fomentar el deporte y descubrir los nuevos talentos deportivos del país.
Sin embargo, en la mañana del 1 de noviembre de 2024, el Ministerio del Deporte, por medio de un comunicado de prensa, confirmó que la fase final de este evento deportivo sería suspendido, por lo que se generó una oleada de críticas contra el gobierno.
Esta cartera informó que “se hace necesario suspender temporalmente el cronograma establecido con el objetivo de concretar su óptimo desarrollo, garantizando a los deportistas y demás asistentes las condiciones logísticas y técnicas durante su participación”.
Aunque no es un hecho que se hayan cancelado completamente, el Ministerio del Deporte confirmó que esta fase, que estaba prevista para desarrollarse a partir del 2 de noviembre del presente año, sería suspendida.
El presidente Gustavo Petro anunció que más de 800 millones de dólares se redirigirían a mejorar las instalaciones deportivas en los colegios y la preparación deportiva de la niñez y juventud.
Además, una vez se perdió la sede de los Panamericanos, el mismo gobierno confirmó que en colaboración con el Comité Olímpico Colombiano se ejecutaría un nuevo contrato para implementar estos recursos en otros ítems, uno de ellos, los Juegos Intercolegiados.
Este acuerdo que asciende a más de 69 mil millones de pesos y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024 aún no ha mostrado ningún avance.